Consejos para pasar un invierno sano, seguro y divertido
Las olas de frío del invierno multiplican la preocupación de muchos padres. Temen por los catarros, resfriados, pulmonías y otros problemas que pueden afectar la salud de sus hijos por las bajas temperaturas. Te ofrecemos algunos consejos para protegerles bien del frío, de la humedad y de otros peligros de esta época del año.
-La ropa
En general, varias capas delgadas protegen más que pocas capas muy gruesas. Es muy importante que la ropa permanezca seca. Para la nieve o las precipitaciones es recomendable equipar a los niños con botas gruesas que les aíslen de la humedad, y también con guantes y gorro. Para los bebés, debe seguirse la regla de proporcionarles una capa más de la que llevaría un adulto en las mismas condiciones.
En el caso de la ropa de cama, está comprobado que calienta mejor una sola pieza de ropa (un nórdico, por ejemplo) que varias mantas y sábanas. Además, en el caso de los bebés, esto aumenta el riesgo de que padezcan el síndrome de la muerte súbita. Si es imprescindible cubrirlos con más ropa, esta nunca debe taparlos más arriba del pecho, para evitar la asfixia.
-La salud
A pesar de que el resfriado y la gripe son estacionales, no se ha podido demostrar que tengan relación alguna con el hecho de pasar frío. La mejor forma de evitar estas enfermedades es lavarse las manos varias veces al día y ventilar bien las habitaciones de la casa, ya que el aire estancado favorece el crecimiento y el contagio del virus. Además, hay que inculcar a los hijos que eviten tocar la palma de las manos de otros niños.
En caso de que se empleen estufas de gas para calentar el hogar, es importante instalar detectores de monóxido de carbono, que pueden evitar la muerte por asfixia.
-Hipotermia y congelación
La hipotermia puede aparecer en niños que juegan al aire libre durante muchas horas a temperaturas muy bajas. Es más frecuente en niños pequeños, y el riesgo incrementa si la ropa se ha mojado. Los afectados se ven invadidos por una creciente sensación de sueño, se vuelven patosos y tienen dificultades para hablar. Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas, debe llamarse de inmediato al servicio de emergencias. Mientras este no llegue, debe quitarse la ropa húmeda al afectado en un lugar cerrado, y proporcionarle mantas y ropajes bien secos.
Otro posible riesgo que se da en casos más extremos es la congelación de miembros. Esta se reconoce por un color pálido o gris de la parte del cuerpo afectada, y es muy común en la nariz o las orejas. En estos casos, debe sumergirse el miembro afectado en agua a 40 grados centígrados (no a más temperatura), y posteriormente cubrirlo con ropa seca y cálida. Si tras esto el miembro sigue pálido debe acudirse al médico. Nunca debe frotarse un miembro congelado.
-Esquí, patinaje y otras actividades en la nieve
Las actividades de los niños sobre la nieve deberán estar supervisadas siempre por un adulto. En los casos en que sea posible, les dotaremos de un casco. La ropa con la que estén equipados deberá quedarles bien ajustada. Recuerda que, en la nieve, siempre es imprescindible aplicar protector solar y llevar gafas de sol.
En el caso del esquí, procuraremos que el niño esté acompañado de un instructor experto, y que sólo afronte pistas de su nivel.
En el caso del patinaje, le enseñaremos a respetar siempre el sentido en el que patinan el resto de usuarios de la pista.
Si tu hijo usa el trineo, la pista debe estar bien alejada del tráfico, y despejada de árboles y obstáculos. Nunca permitas que sea arrastrado por otro vehículo.
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